El día 10 de octubre, fue el día de la salud mental. Este año 2024, dedicado a la salud mental en el trabajo. Los profesionales de la atención pública demandaban un incremento del doble de facultativos, ya que no pueden hacer más que dar citas con meses de plazo y en ningún modo poder atender al paciente adecuadamente. Alertaban sobre el problema del incremento de los casos relacionados con el trabajo.  En nuestro caso, este es un problema doble, que es el reflejo del neoliberalismo económico y de su costumbre de usar lo público para beneficio privado.

Los casos de accidente por causas devenidas ha haber estado sometido a un riesgo en el ámbito psicosocial, al ser dolencias sobrevenidas por el desempeño del trabajo, deben ser atendidas por las mutuas de accidentes. No es la primera vez que alertamos aquí sobre este problema. Las mutuas, como la MAZ en nuestro caso, deriva todos los accidentes por motivos psicosociales que le llegan a la Seguridad Social. Eso, en todos los ámbitos, produce el colapso del sistema público que debe tratar como enfermedad común lo que es una contingencia profesional. Esta situación a su vez, se traduce en una difícil resolución del problema en origen, al no ser diagnosticado su origen adecuadamente. Este tema de la actuación de la MAZ lo tenemos pendiente en el Ayuntamiento, como también tenemos pendiente la formación para técnicos y mandos intermedios en  el ámbito de los riesgos psicosociales, asunto que deberemos abordar en algún momento. En el Servicio de Prevención, pese a sufrir la carencia de personal que atenaza a todo el Ayuntamiento y que en muchos casos podría estar relacionada con situaciones de riesgos en este ámbito, contamos con un departamento de riesgos psicosociales excelente y además la atención de una psicóloga. El trabajo de las delegadas de prevención en esta dirección podría verse facilitado si todas las afecciones que se sufren en el ámbito laboral fueran tratadas como tales, y no acudiendo a la Seguridad Social. Si de la aplicación de las políticas neoliberales de personal en las administraciones públicas se mostrara que existe una incidencia negativa generalizada en la salud de las personas, tendríamos más y mejores herramientas para luchar en la corrección de estas situaciones. Arreglar estas situaciones sigue siendo responsabilidad de todas, también del trámite adecuado de quienes sufren estas enfermedades.

Al hilo de esto, queremos comentar que ha sido necesario suspender la convocatoria de la huelga indefinida de deportes, porque existía un rumor que indicaba que se iba a nombrar como servicio mínimo a opositores y opositoras de deportes, que les obligaría a realizar un acto de desobediencia grave para poder asistir a las pruebas. No existe ninguna razón para que fuesen precisamente esas personas quienes realizasen esos servicios mínimos. Se aconsejó desde el comité de huelga que comunicasen esta situación con la debida antelación a sus técnicos medios y por escrito. La situación creada, no fue tranquilizadora en absoluto, porque a la situación de desasosiego presentada por el personal opositor, se unió la de los responsables, que debían comunicar que los permisos se verían denegados por la existencia de la huelga según las indicaciones telefónicas que recibían. La empatía de estos últimos les llevaba a recomendar cambios voluntarios para de este modo, garantizar el derecho de los opositores. Compañeros y compañeras de dichos opositores se ofrecían a cubrir sus puestos para que esta situación no ocurriera. Como CGT, estamos felices de observar estas muestras de solidaridad entre compañeros y compañeras. Como comité de huelga, teníamos que actuar, porque no se puede asistir impasible al sufrimiento ajeno, así que en una reunión del comité de huelga, como marca la ley, se acordó la suspensión de la huelga los día 23 y 30 de noviembre, liberando tanto a opositores como al resto del personal que está destinado en las instalaciones, de dicha tensión añadida. Coincidió curiosamente con la fecha de ayer.

No podemos ver como comité de huelga,  este movimiento con ojos diferentes a la premeditación, porque desde que se convocase la huelga, no se ha hecho ni un sólo movimiento para intentar negociar. El nombramiento de servicios mínimos se realiza con decretos que no tenemos claro que existan, ya que de existir lo que dicen, vulneraría claramente la sentencia del juzgado que dimensiona los servicios mínimos para huelga indefinida en instalaciones deportivas contemplada en los mismos términos de esta.  Dicha sentencia ya contempló parcialmente la demanda del comité de huelga de 2022. Además, los mismos técnicos de entonces, elaboraron estudios muy diferentes, contemplando esta vez el 100% del personal necesario para abrir todo. No conseguido el objetivo de que la huelga cayera sóla por desafección, desmoralización, impotencia e imposibilidad de que se ejerza presión alguna, llegamos al mes de septiembre. El presunto decreto de 100% de personas para abrir piscinas y 0% de personal para pabellones, dejó de cumplir su misión cuando ahora se necesita 100% de personal para pabellones y 0% para piscinas, y cosa inédita, decidieron elaborar un segundo presunto decreto  para una única convocatoria de huelga que fue clara y concisa desde que se registró el preaviso. La huelga sigue. Y con más convicción si cabe que al inicio. Las maniobras para reventarla no consiguen su objetivo. La lucha sigue, porque es justa.