¿EXISTE EL TERRORISMO PATRONAL? ¿Y QUE PASA EN EL AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA?
La Organización Internacional del Trabajo OMT denuncia que en todo el mundo más de 313 millones de personas trabajadoras, sufren lesiones profesionales no mortales cada año, lo que equivale a 860.000 personas heridas en el trabajo a diario.
Cada día 6.400 personas mueren a causa de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, es decir 2,3 millones de muertes cada año.
Tristemente y sin darnos cuenta, estas muertes y accidentes son asumidas por la sociedad como algo normal, algo intrínseco a la actividad laboral…
¿¿¿Y QUE PASA EN EL AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA???
El ayuntamiento de Zaragoza, como Administración Pública, lejos de ser un ejemplo como garante de la seguridad y salud de sus trabajadores y trabajadoras, persiste en mantener una cultura de incumplimiento a la normativa de Prevención de Riesgos Laborales (PRL). El descontrol en materia preventiva continúa implantado en el consistorio Zaragozano.
Desde que entró en vigor la Ley 31/1995 de PRL, así como sus posteriores normas de desarrollo; ninguna de las diferentes corporaciones que han gobernado el consistorio, ha destacado especialmente por su implicación en materia de prevención de riesgos laborales, la salud laboral no ha sido ha sido nunca un tema prioritario.
Cómo es posible que el ayuntamiento, disponiendo de todas las herramientas legales como es un servicio de prevención propio, con recursos materiales y humanos, con personal técnico y sanitario cualificado, sea incapaz de gestionar y garantizar la aplicación de acciones concretas para conseguir la salud y seguridad adecuadas en los Centros de trabajo.
Generalmente las personas “responsables” de gestionar la seguridad y la salud de la plantilla municipal se ríen descaradamente de los y las trabajadoras, así como de sus representantes que son los y las Delegadas de Prevención de todos los sindicatos. Normalmente se limitan a cumplir la papeleta, para eludir en lo posible sus posibles responsabilidades.
La sección sindical de la CGT quiere denunciar y dar a conocer, la impotencia y la vergüenza que sienten sus Delegados de Prevención ante el ninguneo, el desprecio por parte del Presidente el Comité de Seguridad y Salud junto con algunos vocales que “representan” en teoría al ayuntamiento de Zaragoza, en el seno este, su comité que es el Órgano Colegiado por excelencia, que gestiona el deber de protección de los y las trabajadoras municipales. Haciendo un manejo torticero de las normas internas aprobadas para gestionar la PRL en esta casa.
Desde CGT, consideramos indignante y vergonzoso tener que hacer valer los derechos del personal municipal, a golpe de denuncia y posterior requerimiento de la Inspección de Trabajo. A pesar de ello se incumplen los plazos y las medidas requeridas por la autoridad laboral. Esto ocurre porque la mayoría de las personas “responsables” de velar por nuestra seguridad y nuestra salud en el puesto de trabajo, saben que gozan de una impunidad tal, que incluso se han crecido en su pasotismo ante dicha obligación. Saben que su irresponsabilidad ante los incumplimientos de la normativa de PRL no tiene consecuencias. Al ayuntamiento le sale gratis en la mayoría de las ocasiones, por aquello de que entre administraciones difícilmente caben sanciones económicas. Si el ayuntamiento fuera una empresa privada, habría tenido que cerrar sus puertas ante la enorme cuantía de las sanciones, por las infracciones calificadas como GRAVES o MUY GRAVES que se han decretado por el Ministerio de Trabajo.
Podríamos describir innumerables ejemplos a los largo de los años, como los casos de amianto en los que han quedado de manifiesto carencias en materia preventiva, casos en los que el resultado final ha sido la muerte por enfermedades relacionadas con la exposición al amianto. Una exposición al amianto sobre la que aún no se ha aclarado a cuantos ni a qué trabajadores afecta en el ayuntamiento, pero cuya cifra nos tememos que pueda llegar a tener tres dígitos. También de especialmente relevante el accidente grave ocurrido en la Planta Potabilizadora en julio de 2012, en el que quedaron de manifiesto deficiencias en el cumplimiento de la Normativa de PRL, por lo que el ayuntamiento(esta vez sí) tuvo repercusiones económicas (que pagó la ciudadanía con sus impuestos) con la calificación de INFRACCIÓN MUY GRAVE. Por supuesto que no hubo consecuencias para las personas “responsables”en aquel momento. Podemos seguir con los continuos requerimientos de la inspección de trabajo, las continuas calificaciones de INFRACCIÓN GRAVE por los continuos incumplimientos denunciados desde CGT. Otros ejemplos más recientes son las propuestas de requerimientos calificados como INFRACCIONES GRAVES del Museo del Teatro Romano y de Instalaciones Deportivas.
La mayoría de jefaturas de servicio pasan olímpicamente de la seguridad y la salud de las personas a su cargo, algunas (aún formando parte del comité de seguridad y salud) incluso se jactan de no leer ni las actas de los acuerdos en las reuniones del comité.
Resulta preocupante, sorprendente a la vez que doloroso, tener que soportar la indiferencia y ninguneo por no decir desprecio, de algún miembro del Comité de Seguridad y Salud, que llega a la broma y el chascarrillo inoportuno representando a esta empresa, un Ayuntamiento de Zaragoza que se escaquea de acatar y a hacer cumplir la Normativa de PRL a las jefaturas, aquellas que tienen el deber de velar por la seguridad y salud en nuestro puesto de trabajo.
Quede claro no obstante, pese a esta situación tan difícil, que la lucha de esta sección por hacer valer los derechos laborales y en concreto la seguridad y salud laboral, no cesará por difíciles que se pongan las cosas.