«Aprovechar, para lo que le interesa o importa, la ocasión o coyuntura que se le ofrece». Esa es la acepción que, según la RAE, tiene la expresión «arrimar el ascua a su sardina» perfectamente compatible con lo que está sucediendo en el Excelentísimo Ayuntamiento de Zaragoza, donde ahora, a seis meses vista más o menos de las elecciones sindicales, tenemos a los agentes sociales, de la empresa o quizás fueron sindicales, hablemos en tiempo pasado mejor (lo de sindical), erigiéndose como adalides del colectivo (de una parte) del personal temporal, para defender, lo que hace menos de un año estaban totalmente en contra, el “concurso de méritos” y otras pequeñas ventajas que las organizaciones de personal interino y sindicatos minoritarios consiguieron después de tumbar el acuerdo, que sí firmaron los tres agentes sociales subvencionados con el ministro de entonces, Iceta, donde no había ni concurso de méritos ,ni nada de nada, que no te engañen.

Pues ahora Sancho, ‘Quien bien tiene y mal escoge, por mal que le venga no se enoje’ quien siga esta melodía hipnotizante de los agentes sociales, esos mismos que dicen que el concurso de méritos era ilegal e inconstitucional, esos mismos, que no han participado en nada de la confección de la ley 20/2021, bueno sí, para ver como la podían recortar tras bastidores, vienen de salva patrias del colectivo de temporales (en el Ayuntamiento de Zaragoza solo de una parte).

Repasemos los hechos del último año de estos agentes sociales municipales, donde multitud de compañeras y compañeros de las ofertas de empleo de 2017, 2018, 2019 han sido abandonadas a su suerte, con procesos imposibles de aprobar, injustos y no adaptados a las funciones que realizan, sintiendo las afectadas una aversión y una inquina hacia su persona nunca visto en esta institución. Nula acción sindical y un blanqueamiento continuo con las políticas laborales municipales, sin olvidar que hace tiempo se les olvido quien es el patrón y quien el trabajador ¿creéis que los siguientes jugadores van a correr mejor suerte? Solo tienen el recado de generar balsas de aceite.

Se aprecia claramente las instrucciones recibidas, el despacheo continuo con el poder, el jugar con el egoísmo personal de las afectadas para dividir al colectivo y como no, de los intereses económicos directos mediante los centros de formación y academias, donde están plenamente activos, tanto como organizaciones, como los miembros que lo componen, siempre sin acritud por supuesto.

CGT no tiene academias, ni sus miembros dan formación de las mismas oposiciones que negocian, ni participa en “practicas” ampliamente conocidas por la plantilla totalmente carentes de ética y honestidad, porque CGT es un sindicato de trabajadoras y trabajadores, de los de verdad, donde se respaldan y se respetan en primer lugar a las personas, especialmente las más vulnerables, independientemente de sus relación contractual, sin discriminación alguna, nunca no lo olvidéis.