Cuando “lo esencial” no son las personas…
Siempre hablamos desde CGT del neoliberalismo. Para el neoliberalismo, el Estado debería cumplir únicamente sus funciones fundamentales como organismo regente en la organización y control de la sociedad. Para el neoliberalismo, el estado es un obstáculo en el funcionamiento de la economía, ya que puede mantener a raya las regulaciones e impuestos al comercio y las finanzas. Para el neoliberalismo, el servicio público es también una fuente de ingresos. Las privatizaciones o “gestiones público-privadas” de nuestros servicios públicos son parte de la agenda neoliberal. Beneficiarse con el dinero público, cambiando el concepto servicio por el concepto negocio. La “libertad” del capital entendida por el PSOE y por el trío neoliberal. La precarización del servicio público. La mercantilización de lo común. La economía pesa más que las personas. Del mismo modo que el transporte económico del petróleo pesa más que la naturaleza a la que podría perjudicar. Cuando la libertad de las personas es atrapada por el chapapote del discurso político.
Esta percepción de la “libertad” del capitalismo, la defienden tanto el PSOE como el PP en nuestro país. Es por eso que, ante la reciente posesión de dignidad humana y defensa del empleo público que parece haber aparecido en el Pleno Municipal esta semana pasada, sería bueno echar un vistazo a nuestro alrededor. No sólo al arco político Trumpista que gobierna en el Ayuntamiento en la actualidad, sino a aquellos que ocultos en la trinchera que ofrece la bandera roja de un supuesto obrerismo, parecen defender lo público cada cuatro años.
La limitación de la contratación en los servicios públicos es como la preparación de un balón en el voleybol.
- Preparar la bola. El gobierno central establece una “tasa de reposición” que es la que permite el máximo de contratación. La tasa, es la cantidad de personal que se permite contratar. Bajas, menos altas DE TRABAJADORES FIJOS. Es decir, a las contrataciones se le restan aquellas personas interinas que obtienen su plaza fija. Luego en un Ayuntamiento con personal interino, se siguen perdiendo tantas plazas como personal interino consigue un puesto fijo. Como decíamos en una ocasión, Gallinas que salen no es lo mismo que gallinas que entran.
- Remate. El Ayuntamiento, cocina las tasas de reposición, que son sólo un máximo permitido para dar un hachazo aún mayor. Es decir, no se llega ni al máximo de la tasa de reposición. Luego está el tema de usar la tasa de reposición de unos colectivos para hacer crecer otros.
- Jugada. Como vemos, la jugada se realiza en dos tiempos, y de este modo, si fracasa siempre se puede echar la culpa al otro. Siempre es el otro el que privatiza o desmantela. Pero son necesarios los dos jugadores.
Esto que detallamos, es lo que provoca que CGT no firme las ofertas de Empleo Público, puesto que en la mayor parte de las ocasiones, son ofertas de DESEMPLEO, al jubilarse más personas de las que finalmente entran en el Ayuntamiento.
Para ejemplo, lo ocurrido en bomberos, que YA ES UN COLECTIVO ESENCIAL con tasas de reposición desde hace muchos años por encima del 100%. En la oferta del año pasado. CGT no la firmó puesto que no se nos dio ningún tipo de documentación para poder averiguar si al final había más jubilaciones que contrataciones. Aún a pesar de que en bomberos hay un sindicato profesional específico, se jubilaron 23 y tan sólo se ofertaron 17, a pesar de que su tasa de reposición era del 120%. De la posibilidad de contratar a 28 nuevos bomberos, y a aquí es claro, al no haber interinos, tan sólo se ofertaron 17.
Así pues… si se están firmando ofertas que finalmente producen que haya menos funcionarios cada vez, incluso en colectivos esenciales como bomberos… de qué coño o cojones estamos hablando.? ¿Quién firmó la oferta de empleo público de 2022?. ¿Quién vende ahora la panacea de los puestos esenciales? Pues ahí se verán retratados quienes apuestan por el servicio público, Unos, luchando contra el chapapote del discurso político, como las aves marinas. Otros en cambio, se mecen en las olas como el propio chapapote.