Un monstruo en el armario…
Hace unos días recibimos la llamada de personal municipal que realiza sus funciones o parte de ellas en el archivo municipal del Seminario, ubicado en los sótanos del edificio. Estas personas realizan, como decimos, parte de sus funciones en dichos sótanos. Aún está pendiente que se lleve a cabo la ventilación con un mantenimiento de temperatura adecuada, situación que ya ha sido causa de denuncia en Inspección de Trabajo el pasado mes de octubre por parte de CGT. Dicho mantenimiento de la temperatura en un rango determinado, tiene el fin de evitar el deterioro de los documentos y posibles efectos perjudiciales en la salud del personal municipal.
A esta situación, se suma la instalación de un equipo de reprografía de magnitudes considerables. Como un enorme trasgo de la saga del Señor de los Anillos, oculto en el subsuelo, había sido colocado en una dependencia que no reúne ni las mínimas condiciones de ventilación que recomienda el fabricante. Puesta en marcha la máquina infernal a plena producción esta semana pasada, parte del personal sufrió irritación de ojos y garganta, en incluso se produjo un accidente de trabajo con baja, aunque no sabemos si se consideró como tal, ya que para ello el accidentado o accidentada que tiene acudir a la MAZ. Otra tarea pendiente por parte de las jefaturas en materia de Prevención es que ante cualquier afección a la salud durante el tiempo de trabajo, se advierta al personal la necesidad de acudir a la MAZ.
La preocupación por la prevención de riesgos laborales no es una de las cosas que se lleven bien en este Ayuntamiento. De hecho, resulta que alguien metió allí la monstruosa fotocopiadora sin hacer el mínimo análisis del espacio ni avisar al Servicio de Prevención. No se pueden gestionar los espacios municipales como si fueran un trastero en el que todo se puede meter, tanto las conservas como el vino del pueblo como la bicicleta. Los espacios municipales están sujetos a diferentes evaluaciones de riesgos, y si tras dicha evaluación alguien decide modificar el contenido de los espacios o su funcionalidad, se ha de realizar el correspondiente trámite en el Servicio de Prevención. Parece ser que la Prevención de Riesgos es considerada como esas asignaturas que te puedes quitar o cambiar por otras en el cole. Lamentablemente, el Comité de Seguridad y Salud, máximo órgano competente en la materia, se ha convertido en un confesionario donde tan sólo se exponen los pecados, y tras la penitencia propuesta por el confesor, que no llega ni a una oración, se absuelven los pecados y se puede volver a pecar sin problema. Que diferencia de trato tan grande de quien en algunos casos es confesor y en otros en cambio, inquisidor…