La negociación colectiva en el ámbito laboral, es una de las cosas que nos traen las democracias. Para evitar la conflictividad, la huelga se domestica convirtiéndola en un derecho fundamental, pero por otra parte, permite a las administraciones garantizar los servicios básicos para la sociedad, como son la seguridad, la extinción de incendios y rescate, la sanidad, el abastecimiento de agua…

Las administraciones no son como las empresas privadas. En ellas, la huelga sigue teniendo la esencia fundamental de equilibrar las partes frente a una negociación. El empresario ve afectada su producción de modo que se equilibran las posiciones de la patronal y de las personas trabajadoras para llegar a un acuerdo. En la administración, el acuerdo se alcanza entre la parte política y lso empleados públicos. La administración, sólo produce gestión de servicios públicos. Luego una huelga afecta al servicio del ciudadano. El político se enfrenta a una crítica en su gestión y las personas huelguistas tienen esa presión como aliada para forzar una negociación que no se produce por los cauces normales, generalmente por mala gestión y dejadez. La gestión de lo público desde el ámbito neoliberal, conduce a las situaciones mixtas de lo privado y lo público que producen perjuicios económicos de la ciudadanía, que ve mermadas las prestaciones obtenidas con sus impuestos al tener que garantizar el beneficio de la empresa privada. La preocupación por la limitación  y el ahorro en la contratación de personal de las administraciones públicas contrasta con la despreocupación de proporcionar beneficios a un tercero, que en ocasiones, la corrupción hace retornar al gestor como hemos visto. Basta con recordar casos de corrupción conocidas por todas, que no llegan a depurar todas las responsabilidades al no poder hallar a la persona cuyas iniciales coinciden con las del presidente en aquellos momentos.

Para preservar el ámbito público de los servicios públicos surge la huelga de deportes. Una vez convocada, la negociación es la vía para llegar a un acuerdo… pero la metodología de negociación del PP, la metodología “Natanyaju“, no es la que esperamos sirva para solucionar el conflicto. Natalia Chueca, no pone a nadie a solucionar el conflicto. Ni Mendoza, ni Lorén, ni Brocate quieren sentarse con nosotras. Llevamos varios meses con la huelga convocada y Natalia Chueca no ha hecho absolutamente nada por buscar un interlocutor o interlocutora para la huelga. Mendoza no quiere reunirse con CGT. Ya ha manifestado que se reúne con quien quiere. Hace bien, si se lo permite quien presuntamente dirige el equipo de gobierno, no vamos a censurar aquí. Brocate, tampoco. Se limita a decir que negocia con los sindicatos y además dice que es el que más lo hace. Pero evidentemente, de ser cierto, cosa que dudamos, debe hacerlo en secreto… en las bodegas del barco. Como los polizones y las raticas, donde nadie lo ve, porque de darse el caso, se vulneraría el derecho de CGT, y tanto él como los comensales, podrían enfrentarse a una demanda en el juzgado. Así pues, creemos que estas reuniones no se están produciendo, al no poder presentar ni una sola prueba de su negociación. La verdad es que reunirse con alguien que miente, no es lo mejor para nosotros, pero será Natalia Chueca quien decida, que es la persona competente para ello, delegando en quien tenga su confianza, no la nuestra.

Así pues el método de negociación colectiva “Natanyaju” para concejalías del PP, supone, en caso de huelga,  creatividad para la elaboración presuntos decretos de servicios mínimos que se saltan las sentencias judiciales, cambio de criterios técnicos sobre necesidades del servicio para justificar los presuntos decretos, mentiras sobre negociaciones que no existen, y finalmente, negar el derecho a la información.  El diccionario de la RAE, en su segunda acepción indica Terrorismo: Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Como las últimas prácticas de la alcaldesa son las de infundir miedo, y no terror, lo que practican es el “Miedorismo: sucesión de actos de violencia ejecutados para producir miedo. Si Brocate se inventa reuniones, nosotras podemos inventar palabras.  La violencia tiene muchas caras, la psicológica es sólo una de ellas. Un estilo de mando inspirado en el miedo de los subordinados, es un acto violento. En el Ayuntamiento, mediante la apertura de un procedimiento 1303, se puede determinar si una práctica es o no violencia en el trabajo. Pero al margen de si es o no violencia en el trabajo, lo que tenemos claro es que no es una negociación. Y por ello, ha sido necesario inventar otro concepto. “El método de negociación colectiva Natanyaju“… y ese método ha tocado techo cuando ha insinuado que las personas interinas del Instalaciones deportivas no podrían hacer sus exámenes de acceso a la función pública. Esta alcaldesa está cayendo tan bajo que es difícil encontrar una equivalencia que no sea ofensiva… para quien se vea comparada o comparado con ella.