Hay que tener cuidado con el lenguaje, puesto que bien empleado sirve para desmotivar y convencer de que una mentira, muchas veces vista u oída, parezca verdad.

          Para la nueva agresión a la clase obrera, ya tienen el término con el que nos vienen preparando o más bien amodorrando, ahora al nuevo recorte de derechos le vamos a llamar “nueva normalidad”, sin estar atentos a prensa escrita, radio, TV… algunas ya habréis notado que se repite con mucha asiduidad; También habréis visto u oído las maravillas que hacen los soldaditos de la UME o los distintos cuerpos policiales, lo que no dicen es que una vez sacada la foto de los soldaditos, el trabajo serio queda para otras personas que realmente se juegan el pellejo y que los amables cuerpos policiales, después de ser grabados realizando alguna labor solidaria, dejan de ser tan amables para pasar a realizar labores bastante más represivas.

          Con el estado de alarma se han olvidado, o al menos así lo parece de la derogación de leyes como la ley mordaza o la reforma laboral, sin embargo, el estado de alarma no ha imposibilitado el repartirse corralitos dentro de los ministerios o administraciones.

          Después de la estafa financiera, que a base de martillear en todos los medios que tienen a su disposición (que son muchos) consiguieron que la mayoría de la ciudadanía denominase “crisis económica” e incluso se llegase a creer que eran responsables de la misma, nuevamente preparan otra agresión a la clase trabajadora.

          Pues bien, llamando a las cosas por su nombre actualmente tenemos una crisis sanitaria y para después de la misma preparan una agresión a la clase trabajadora que denominaran “Acuerdos de San Jerónimo” y que al igual que sucedió con los Pactos de la Moncloa, la clase política y los sindicatos del régimen representado por el gobierno de turno, van a mutilar nuestra economía en beneficio de la de los grandes capitales y van a seguir defenestrando los pocos derechos sociales que quedan a la ciudadanía con la ayuda de cuerpos armados y represivos.

          Si se realizasen otro tipo de políticas a las realizadas tras la estafa financiera, que realmente sirviesen para beneficiar a quien crea la riqueza, que es la clase trabajadora, después de la crisis sanitaria vendría la normalidad, que por otra parte debería ser otra a la que conocemos.

          Solo me queda por decir que estoy muy cabreado con el término que quieren acuñar de “nueva normalidad” y que solo pretenden asumamos y así poder utilizarla para justificar los recortes en derechos laborales y sociales, tenemos que estar preparados para luchar por nuestros derechos, de no ser así tendremos que comulgar con ruedas de molino.

Luis Herrero Castillo.