La movilización en las piscinas crece como una bola de nieve que rueda montaña abajo. Se prevén movilizaciones que culmine con jornadas de cierre este invierno que comprometan o directamente imposibilite el desarrollo de las competiciones de deporte federado en Zaragoza.


Habrá una reunión previa con la concejala de deportes que al parecer no comparte la asfixia a la que se somete el servicio por el resto de sus compañeros de gobierno. Si no sabía lo que es el neoliberalismo ahora lo va a comprobar. Va a ser la mano ejecutora de la desaparición de las instalaciones deportivas de Zaragoza tal y como las conocemos. Currículum vergonzoso para quien procede del mundo del deporte. Así se le recordará.


Pero también hay otra bola de nieve que crece a la par. Es la del cuento de los beneficios que lleva la gestión público-privada de los Servicios. Están varias piscinas cubiertas de Zaragoza en proceso de licitación. Unas dotaciones económicas a cambio de unas horas de trabajo a suministrar. Un disparate. Contratos a tiempo parcial, precarios… Y a precio de jamón del bueno. Para no hacerlo farragoso, hemos cogido todos esos contratos a tiempo parcial y los hemos unido como si fueran puestos de trabajo decentes. Figuran en la casilla de la gestión privada. Con el mismo dinero que cuesta al ayuntamiento esos puestos de trabajo, hemos hecho una estimación de cuántas personas podrían ser contratadas como ofícialas polivalentes en turnos de mañana, tarde y festivos incluida la parte empresarial de cotización a la Seguridad Social. La comparativa nos deja sin palabras…

La gestión público-privada, presuntamente no pasa de ser un fraude al ciudadano. Está bola de nieve, más que eso parece ser una presunta estafa piramidal.