El tiempo en que vivimos
Pero más allá de las presentaciones, vivimos una actualidad que merece algún comentario. Tiempos de cambio, ciertamente, instalados sobre unas posibilidades tecnológicas nuevas, sobre un agresivo discurso por parte de quienes tienen el poder, el dinero y la capacidad de decisión.
Vivimos una sociedad cada día más rica y cada día con un mayor número de pobres. Se ha impuesto un discurso único -ese que llamamos neoliberal- que establece la productividad y la ganancia por encima de todo, incluso de la vida humana, despreciando las conquistas sociales o la necesidad de proporcionar unos mínimos vitales para la gente.
Por desgracia, el sindicalismo oficial mayoritario no es ajeno a todo ello, está dispuesto a aceptar todo lo que le pongan delante y a tener por único horizonte: gestionar las migajas que le deja Don Dinero. Nada de movilizar a los trabajadores, nada de hacer valer su fuerza social. Y si acaso se moviliza, es para justificarse y posteriormente venderlos.
Porque el mundo es injusto, pero se pueden cambiar las cosas. Ven a la CGT, otro mundo es posible. Como dijo Buenaventura Durruti “llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones”